Aunque he escrito mucho con relación al tema del comercio electrónico en la República Dominicana, siempre habrá nuevos temas que abordar, y no puedo negar que desearía que fueran de otro tipo, ya de algo mucho más adelantado, pero lamentablemente, es como dice la canción, damos un paso para adelante y dos pasos para atrás.
En estos últimos meses, y pudiera ser achacado a la pandemia que nos tiene postrados, o a cualquier descuido, sin embargo, se trata de un tema bastante crucial, pues hablamos de la forma o métodos de pago y aquí entiendo la mayor parte de la culpa debe recaer sobre las entidades bancarias o gestores de pago, que se ha convertido en un gran dolor de cabeza, pues ya son muchas las quejas, sobre todo cuando entras a Twitter, lugar especial para las quejas y hablar de todo lo que no funciona bien o no nos gusta sobre algo o sobre alguien.
Dada algunas situaciones que personalmente me han ocurrido al intentar hacer compras online y pagar con tarjeta de crédito, y que entendía se podían deber a problemas técnicos que a cualquiera y en cualquier momento le pueden ocurrir, pero ha llegado a un nivel tal de constancia, que resulta preocupante.
Pagos con tarjeta en el comercio electrónico
Consideraba que el pago con tarjeta de crédito no iba a ser un problema que se podía tener en los actuales momentos, pues hemos visto la tecnología que utilizan la mayoría de las entidades bancarias, así como las entidades que interactúan o tienen que ver con este tema, así como las complejidades que se han superado en el pasado muy atrás, y por eso no comprendo como en este momento tan importante para el desarrollo del comercio electrónico, donde la pandemia ha hecho su aporte, para que muchos jugadores o actores se sumen y participen de este tipo de negociaciones, pues desde hace tiempo es parte esencial del comercio en general.
Que a esta altura a sabiendas que tienes dinero disponible en una tarjeta de crédito, y trates de hacer una compra online, y el mensaje que recibas es de que no puedes hacer dicha transacción con esa tarjeta de crédito, o de que te indiquen mediante un mensaje de texto o correo electrónico, que has realizado “demasiadas” transacciones en el día, deja muy mal parado a la institución bancaria que emitió dicho plástico, pero también a la plataforma a través de la cual estás tratando de hacer la compra, ya sea una comida, una compra del supermercado o cualquier artículo necesario o indispensable en un momento dado, que prefieres hacerlo por esa vía, porque es más rápido o por lo menos debería, y ser más seguro y eficiente, pero termina siendo totalmente lo contrario, hasta el punto de perder el interés en dicho procedimiento.
Entiendo que a pesar de que hay limitaciones en las empresas para trabajar desde un mismo lugar y que probablemente el tema de la pandemia haya desvirtuado y descontrolado algunos procedimientos, hay cuestiones que son vitales para el desarrollo de un determinado sector, y el tema de las compras online en la República Dominicana, por la que muchos han estado apostando desde hace más de 15 años, que tengan una oportunidad como esta y que por cualquier descuido o negligencia, se pueda estancar o dejar en un estado como ha venido sucediendo durante tanto tiempo. No creo que podamos darnos ese lujo, por lo menos los comerciantes, emprendedores y todo el que de una u otra manera interviene en el tema del comercio electrónico.
La seguridad, una notable excusa
Hablando sobre el particular con algunas personas conocedoras del tema, y otras que trabajan en el entorno, me indicaban que esto se trataba de un tema de seguridad, porque los fraudes con tarjetas no disminuían, debido a que los delincuentes de este tipo, se actualizaban más rápido que las mismas instituciones y protocolos de seguridad, sin embargo, mostraba que para mi no tenía mucha lógica, porque no sucedía con todos las instituciones bancarias, ni con todas las plataformas de comercio electrónico, con unas más que otras y existen los casos donde esto simplemente no ocurre.
Y es probable que tenga que ver con la seguridad, pero entiendo que los protocolos no están siendo correctamente implementados, porque se busca que el usuario siempre pueda realizar las acciones que necesite en un momento determinado, pues de eso se trata, poder comprar y vender sin inconvenientes, como se hace en un comercio tradicional, y donde hay o debería haber más riesgo de fraude, porque hay personas involucradas en el proceso, mientras que en el comercio electrónico, no hay interacción con personas, y todo está supuestamente encriptado, de una forma poco probable para el fraude.
Considero que es algo a tomar muy en cuenta y que se pueda solucionar rápidamente, para que esto no lacere la oportunidad que está teniendo en nuestro país el desarrollo del comercio electrónico y que sigan surgiendo iniciativas que muestren la sustentabilidad de estos.