Recientemente Jhonny Ventura ofreció unas declaraciones muy desafortunadas, pues generalizó en el tema de que el narcotráfico financia las carreras de los artistas del género urbano, y basó su comentario en que supuestamente hay artistas de este género que ha venido dominando el escenario musical en la República Dominicana, que con poco tiempo en la escena, exhiben carros de lujo, sin embargo, esto deja muy claro que los merengueros, entre los que se encuentra Ventura, que tienen total desconocimiento de como funciona la música en la actualidad y en el ámbito digital, sobre todo.
Es común encontrarte en Youtube con los diferentes canales de los artistas urbanos con millones de seguidores, pero no es sólo eso, lo ves con sus canales debidamente organizados, donde muestran las canciones que graban y que hacen constantemente, y cuando tratas de ver algo de un merenguero es muy difícil encontrarlo, hay algunos que han creado sus canales pero que no le dan la vitalidad ni la profesionalidad que le dan los artistas urbanos.
Una muestra de eso es que para encontrar canciones de merengueros tienes que entrar a otros canales de personas que grabaron sus intervenciones en diferentes programas de los años 80 y 90, pero los merengueros en ningún momento se preocuparon por tener esos materiales, pero no es solo eso, una vez un artista urbano graba una canción, de inmediato la encuentras en todas las plataformas digitales, y se colocan en los primeros lugares de los ranking que se hacen, sin embargo, uno se cansa de buscar canciones de los merengueros y solo te encuentras con canciones mal grabadas en actuaciones que han tenido en vivo en discotecas u otros establecimientos, por lo que no le dan el carácter ni la profesionalidad.
Los merengueros se aferran a su historia
Los merengueros se aferran a una nostalgia de muchas personas que vivieron la mejor época del merengue y donde sin lugar a dudas, se produjo la mejor cosecha de merengues de toda la historia, pero al igual que otras empresas o industrias, se han quedado ancladas en esa historia y se han olvidado de la contínua evolución de la vida y que las cosas cambian, y que ahora ya no funciona la forma de distribuir música como se hacía anteriormente, que ya los artistas graban sus canciones, y la colocan en todas las plataformas digitales, que depende de la aceptación y propagación de la misma, se pueden generar grandes ingresos en un breve tiempo.
La música ahora deja dinero de otras formas
Lo que no entienden ni parecen van a entender los merengueros es que ahora el dinero con la música se hace a través de digital, que cualquier artista urbano puede lograr en un mes conseguir lo que a un merenguero le cuesta todo un año y dependiendo de la pegada de la música, puede generar en un mes, lo que a un merenguero le tomaría toda la vida, haciendo fiestas y tocando en discotecas, terrazas y otros tipos de establecimientos.
Podemos ver a los merengueros gritar por el tema de la pandemia, que le ha impedido hacer sus habituales fiestas, a través de las cuales es que pueden generar dinero, sin embargo, aunque también se quejan de lo mismo, los artistas urbanos siguen produciendo gran dinero, porque aprendieron como funciona el negocio en digital, y se han dejado llevar y lo hacen a la perfección, porque saben que de esa manera generan un volumen importante de dinero, que no le genera tanto estrés si realizan o no actividades con público, es decir, fiestas en discotecas y demás establecimientos.
Los merengueros se hicieran un gran favor a si mismos y al ritmo que en otro tiempo les produjo tanto bienestar, si decidieran entender como funciona el negocio de la música ahora y se dejaran de hablar y de echarle la culpa a una serie de artistas del género urbano, que lo único que quieren es echar hacia delante, pues vienen la mayoría de la extrema pobreza, de los barrios marginales, de allí, donde nunca nadie entró, más que los políticos en campaña, para venderles sueños y darle comida momentánea, para obtener el favor en las urnas, pero más nada y ahora han visto la oportunidad abierta, sin limitaciones, sin tener que acudir a esos grandes medios, para que le den esa pequeña oportunidad de mostrar su talento.